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En cuanto a la urbanización de la parcela, los criterios radican en liberar el área oeste de la parcela que linda con la parcela Nº75 para destinarla a jardín, mientras que en el lindero este se sitúa la rampa de acceso al garaje, así como el área para huerta ubicada a una altura intermedia entre la planta sótano y baja al fondo de la parcela. El cierre del hueco hacia la rampa de garaje y huerta se resuelve mediante jardineras de fábrica con revestimiento de madera además de unos perfiles metálicos que a modo de barandilla garanticen la protección anti-caída. Estas jardineras permitirán la plantación de vegetación que aumente la privacidad de esta zona del jardín.

Hacia el jardín la vivienda cuenta con dos porches exteriores con pavimento de madera que se prolongarán, siempre que el ajuste del presupuesto lo permita, hasta unirse en una terraza exterior que comunicará con la piscina situada hacia el final de la parcela. Se trata de una piscina de 10 x 5 metros con profundidad variable que estará igualmente rodeada de un área perimetral de tarima abierta de madera.

A la altura de esta piscina se produce una bajada de rampa-escalera hacia el nivel de la huerta así como hacia el garaje, pensada para el paso de carretillas o aperos y maquinaria para el mantenimiento del jardín.

En la entrada principal el pavimento del acceso peatonal será la piedra u hormigón lavado con escoba de brezo, piezas de baldosas entreabiertas dejando calles de hierba, hasta llegar a las zonas impermeabilizadas del edificio, donde se colocará el pavimento sin juntas abiertas. Las plazas de aparcamiento exteriores a nivel de calles tendrán un tratamiento de geo-celdas de hormigón que permita crecer la hierba, dando así un aspecto más suave y vegetal integrado en el resto de jardín.